Grabación muestra a Michael Jackson "drogado" un mes antes de morir

Jackson sonaba casi incomprensible en la llamada telefónica a Murray un mes y medio antes de su muerte en 2009, discutiendo los preparativos para una serie de conciertos que prevía dar en Londres.
 Murray está acusado de administrar una sobredosis del potente sedante propofol a Jackson, a quien se lo dio todas las noches durante dos meses antes de su muerte el 25 de junio de 2009. Al realizar su declaración de apertura, el fiscal David Walgren dijo que la conversación telefónica del 10 de mayo de 2009 mostró a Murray "evidentemente observando, tal vez escuchando, pero grabando en su iPhone". Lo que esta evidencia muestra es el conocimiento de Murray de lo "que estaba haciendo a Michael Jackson en mayo de 2009, más de un mes y medio antes de que Michael muriera a consecuencia de este mismo tratamiento", dijo el fiscal. En la grabación, una irreconocible voz profunda balbucea comentarios -sólo inteligibles gracias a una transcripción exhibida en la corte- sobre sus esperanzas respecto a su gira de conciertos, entre ellos: "Él es el artista más grande del mundo". 
 Walgren dijo que días después de que Murray realizara esta grabación en su iPhone, ordenó un enorme lote adicional de propofol y midazolam a pesar del estado de Jackson. Murray ordenó unos 15,5 litros de propofol, dijo el fiscal. Por este motivo, el fiscal dijo este martes al iniciarse el juicio largamente esperado por homicidio involuntario del cantante que Murray es culpable de una "negligencia grave" que condujo directamente a la muerte del ícono del pop. 
 El fiscal David Walgren hizo la acusación mientras cientos de seguidores se manifestaban frente a la Corte Superior de Los Angeles, algunos gritando "asesino" cuando Murray llegó, en medio de fuertes medidas de seguridad, para comparecer en un juicio que durará unas cinco semanas. "La evidencia mostrará que... Michael Jackson literalmente puso su vida en manos de Conrad Murray", dijo el fiscal Walgren, quien agregó: "Esa confianza fuera de lugar... le costó su vida a Michael Jackson". "Lo que esperamos que demuestren las pruebas es que Conrad Murray actuó reiteradamente con manifiesta negligencia, negando en repetidas ocasiones una atención adecuada a su paciente, Michael Jackson", agregó en una declaración pública en el tribunal en el centro de Los Ángeles. 
 El médico está acusado de administrar a Jackson una dosis fatal de un poderoso sedante. Se espera que la defensa de Murray argumente que Jackson se suicidó tomando una dosis extra de sedantes, mientras Murray estaba fuera de la habitación. 
 Los padres de Jackson, Katherine y Joe, estaban en el tribunal, junto con sus hermanos Jermaine, Janet, La Toya, Randy, Tito y Rebbie, mientras que el doctor Murray lucía serio al ingresar a la sala. Al menos 300 aficionados y curiosos se congregaban fuera de la corte, algunos gritando "¡Michael, Michael!" antes de que el juicio se iniciara con la apertura de las declaraciones de los fiscales y los abogados defensores. 
 Murray, de 58 años, enfrenta hasta cuatro años de cárcel si un jurado de siete hombres y cinco mujeres lo declara culpable de homicidio involuntario por la muerte de Jackson el 25 de junio de 2009, mientras la estrella de 50 años se preparaba para una serie de conciertos.
 Incluso antes de que se iniciara el juicio, algunos fans de Jackson afirmaban que Murray debería enfrentar una acusación más grave. "Tendría que haber sido acusado de asesinato en segundo grado", dijo Erin Jacobs, jefe de la organización "Justice4mj", diez de cuyos miembros se encontraban fuera de la corte vistiendo camisetas negras con el nombre de su grupo. Se espera que el primer testigo llamado sea Kenny Ortega, el productor del espectáculo de Jackson, "This Is It". Murray está acusado de dar a Jackson una sobredosis del potente sedante propofol -al cual el propio Jackson se refería como su "leche"- para ayudarlo a superar el insomnio que padecía, cuando el cantante se encontraba en una finca alquilada en el lujoso vecindario de Holmby Hills de Los Ángeles. 
Murray, un médico cardiólogo, nunca se negó a dar a Jackson propofol, que normalmente se utiliza como anestésico durante cirugías, pero niega las acusaciones de haber "abandonado a su paciente" en un momento crítico, y finalmente fatal. Se espera que el abogado de Murray, Ed Chernoff, argumente que el famoso cantante de "Thriller", desesperado por no poder dormir, se administró más del mismo medicamento, mientras Murray estaba fuera de la habitación. El panel que decidirá el destino de Murray incluye a seis jurados blancos, cinco hispanos y una afroestadounidense. En el grupo hay graduados de secundaria, algunos universitarios y uno con una maestría en negocios. La mitad de ellos respondió que sí cuando se les preguntó si han sido o son seguidores de Michael Jackson. El juicio es televisado en vivo.

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