Angelica Huston y Michael..

Sra. Huston, ¿cómo recuerda a Michael Jackson en el tiempo en que filmaban Capitán Eo?

Recuerdo la primera vez que llegué al rodaje, a las cinco de la mañana, él ya estaba vestido y maquillado, guapo, un poco andrógino y vagamente extraño. Yo estaba asombrada.

¿Le conocía ya?

No, sólo le había visto en la prensa o en televisión. Pero en persona era diferente. Era preocupante, en sentido positivo, quiero decir. El modo en que trabajaba, su profesionalidad, el perfeccionismo con el cual estudiaba e interpretaba cada canción y coreografía era admirable. Después de dos horas de maquillaje cada día, yo siempre me sentía impaciente, él ni parpadeaba. Solía cogerme la mano y me calmaba inmediatamente.

En ese tiempo, Michael era una mega-superstar. ¿Se notaba?

¡Por supuesto! En el plató tenía un enorme tráiler y era seguido por su abogado, los managers y guardaespaldas. Tenía un chef personal, como un jeque. Cada día recibía visitas de alguna estrella: el primer día de rodaje llegó Sofía Loren, después Elizabeth Taylor y más tarde casi todas las más grandes estrellas de aquellos años.

¿Se hicieron amigos?

Sí, era muy dulce y tímido. Me invitaba a comer en su tráiler, en donde solía entretenerse viendo dibujos animados en la tv. De alguna manera era, de hecho, como un niño, solo creció físicamente, un verdadero Peter Pan, introvertido pero algo excéntrico, electrizante, se crecía increíblemente frente al público.

¿Era bueno actuando?

Al principio le resultaba difícil expresar sentimientos de ira, como si ese gen no existiera en su ADN. En su lugar, podía expresar dolor y ternura. Recuerdo una mañana en que, después de una semana frente a las cámaras, tuvimos que rodar sus escenas, y estaba irritada porque él pidió que yo debía darle la réplica toda vestida como la bruja, con todo el maquillaje, aunque a mí no me tenían que filmar. A pesar de todo, cuando se subió a la plataforma y empezó a cantar y a bailar, mi corazón empezó a dar saltos, yo estaba temblando. Era hechizante, una fuerza de la naturaleza. Una actuación de puro talento como nunca he visto antes.

¿Le ha visto recientemente?

Después de Capitán Eo le vi en raras ocasiones… Pero, irónicamente, le vi hace aproximadamente un mes, por casualidad, en la consulta de nuestro dermatólogo, Arnie Klein. Nos dimos un abrazo y esperamos en una habitación charlando un par de horas. Hablamos sobre cómo se sintió humillado por las acusaciones de abuso y sobre la amargura por la pérdida de Neverland, donde vivió muchos años.

¿Qué le dijo?

Recuerdo sus palabras: “Arruinaron mi sueño. Tenía ese sueño, quizás infantil y tonto, un lugar diseñado para celebrar la inocencia de la infancia que nunca tuve, y me lo arrebataron. Amo a los niños, nunca podría hacerles daño. He pasado mi vida amándoles y tratando de hacer cosas buenas por ellos. La calumnia de haber causado daño a un niño me rompió el corazón. Es un dolor insoportable, esas acusaciones son injustas y terribles…” Mientras decía estas cosas, empezó a llorar. Le abracé… estaba tan delgado y frágil…

¿Le mencionó proyectos futuros?

Me dijo que estaba preparando los conciertos de Londres. Le dije, “te aconsejo que no canceles ni un solo concierto, o te matarán” Él dijo: “Lo sé, por eso estoy preparándome lo mejor posible, porque de lo contrario nunca más tendré esperanzas de ser amado de nuevo”. Estaba delgado y pálido, pero con todo el maquillaje que llevaba, incluso yendo a la consulta del dermatólogo, no podría decir cómo era bajo el mismo. Una cosa puedo decir, podía sentir mucho dolor en él por el pasado y mucha ansiedad e incertidumbre por el futuro.

¿Qué cree que en realidad mató a Michael Jackson?

Michael tenía el corazón roto. Por eso murió. Por supuesto, la autopsia encontrará muchas cosas, medicamentos y cosas así. Pero la verdad es que le rompieron el corazón.

¿Cuál es su legado?

Michael cambió el mundo. Lo cambió todo en las vidas de los afroamericanos, demostrando que no hay barreras entre blancos y negros. Él era realmente ambas cosas, blanco y negro. Ha habido otros como Elvis Presley, pero nunca como Michael Jackson. Él tenía algo extraño que nadie tenía, ni nadie jamás tendrá.

fuente Mj HideOut