Era 1979 en Nueva York. Es la segunda semana de agosto y Michael Jackson acaba de lanzar su quinto álbum de estudio.
Un niño pone play y lo primero que suena son susurros. Es la voz de Michael Jackson, tímida e insegura, que en poco tiempo se convertiría en una de las más conocidas del mundo, con sus singulares gritos y aullidos.
Off the Wall fue el momento en el que Michael Jackson puso el pie en la puerta, una que tantas veces se había cerrado para los artistas negros.
Canciones como Don't Stop 'Til You get Enough y Rock With You se volvieron en clásicos instantáneos. En ese momento, muchos medios que no ponían la música de artistas negros, se vieron en la obligación de hacerlo con estos éxitos.
Historia. El pasado 26 de febrero, una nueva reedición del disco salió al mercado acompañada de un documental elaborado por el director Spike Lee.
Su nombre es El viaje de Michael Jackson de Motown a Off the Wall y además de dejar patente la calidad del disco, explica cómo el disco se transformó en un testamento para los jóvenes negros de la época.
Lee, conocido por su afrocentrismo, refleja en el documental el impacto que tuvo Off the Wall en los barrios negros de Nueva York, y lo que significaba para estos jóvenes tener un ídolo que se veía como ellos.
Este empuje a las figuras públicas negras había empezado con Jackson 5, luego conocidos como The Jacksons, grupo de hermanos al que Michael pertenecía.
Aunque todos eran talentosos, Michael era el encargado de la voz principal en la mayoría de las canciones de esa época, en que eran parte de Motown.
En esa legendaria disquera, Michael entendió el trabajo de un productor, por todas las sesiones que presenció: Marvin Gaye, Diana Ross, The Temptations.
También estudió a fondo los movimientos y formas de expresarse de figuras como Sammy Davis Jr.
Michael quería ser el mejor de todos los tiempos; así lo entendió antes de entrar a crear Off the Wall.
Creciendo. El disco refleja la música bailable por excelencia en los años 70, fuera en salones de patinaje o en el afamado Studio 54, que Michael empezó a frecuentar a finales de la década.
Con su encanto, Michael logró el papel del espantapájaros en The Wiz, una versión deEl mago de Oz con un elenco negro.
Quincy Jones, quien fue el encargado de la música de esa producción, notó rápidamente que Michael tenía talento para cantar y bailar y una disciplina inigualable. Así fue como Jones, entonces conocido por trabajar con orquestas, músicos de soul y jazz, empezó a soñar con hacer un disco para Michael.
La salida de Motown significó que Michael y sus hermanos podían componer y grabar su música, y quizá esto alimentó la necesidad de Michael de hacer su propio trabajo.
Y qué trabajo! Con Off the Wall logró un éxito sin precedentes como solista, después de cuatro producciones en las que siempre mantuvo la imagen de niño. Off the Wall sirvió para bailar en pareja o a solas, un disco ideal para mostrar la evolución del género.
La idea, dice Quincy Jones en el documental, era 'sacar' el disco de funcionamiento, ‘matar’ el género. Pero lo iban a matar por las buenas.
Además de usar el material compuesto por Michael, Jones buscó algunos nombres grandes que aportaran colaboraciones: Paul McCartney (quien escribió Girlfriend) y Stevie Wonder (autor de I Can't Help It).
El disco, por su propuesta musical, definitivamente cierra la década de los años 70, pero eso no quiere decir que suene anticuado: mantiene su frescura porque Jones confió en hacer una grabación pura, sin muchos vicios de la época, dejando que las canciones sigan brillando casi 40 años después.
Éxito. Con Off the Wall, Michael Jackson se ganó a las emisoras de R&B, se echó al público a la bolsa y se llevó a casa el Grammy a mejor interpretación de R&B por Don't Stop 'Til You Get Enough.
Además, a principios de la década de los 80, Michael Jackson se ganó el título de artista adulto.
“Él fue de las pocas estrellas infantiles que al crecer, continuaron siendo megaestrellas, quizá la única”, dice en el documental Dream Hampton, crítica de cultura.
En el documental también se explica que fue difícil colocar a Michael en revistas y radios por ser negro, algo que, en medio de la polémica por las oportunidades que tienen los actores negros, parecieran no haber acabado.
Jackson probó que aunque los medios no estaban ‘listos’ para una megaestrella negra, un trabajo bien hecho, agradable e infeccioso era difícil de ignorar.
La historia probó que el peso de ser un hombre negro afectó sus decisiones personales: en 1979, antes de lanzar Off the Wall, fue el año en el que se hizo su primera operación en la nariz.
Siempre consciente de que se le iba a exigir, y con la disciplina por la que aún es recordado, en noviembre de 1979, Michael escribió una nota en su diario.
Esta especie de manifiesto, marcaría el resto de sus días: “La gente no debería pensar en mí como el chico que cantó ABC y I Want You Back”, escribió Jackson.
“Seré un nuevo actor-cantante-bailarín que impresionará al mundo. No haré entrevistas. Seré mágico. Seré un perfeccionista, un investigador, un ensayador, un maestro... Estudiaré a fondo el mundo del entretenimiento y lo perfeccionaré. Iré mucho más allá de donde llegaron los grandes”. Y así fue.
fuente: http://www.nacion.com/