Michael Jackson, "Su muerte tenía un precio

Por Rafaela Rivera

Esto, más que una noticia, es una queja, un grito airado al mundo sordo y ciego o, sencillamente, indiferente a la justicia y la verdad

Y, cómo no, a todos ésos que, sabiendo la verdad... pasan de largo o la esconden y, en muchos casos, son los partícipes, los propios artífices de la muerte de Michael Jackson.

Hoy me levanté y, como cada día, comencé a escribir la novela que ahora ocupa mi tiempo. Mi tiempo... ¿cuál es mi tiempo ya?, no lo sé, me siento perdida entre la humanidad, el lugar y ese espacio que llaman "tiempo". Tras haber pasado tanto de ese “tiempo” junto a Jackson, en mi novela, me acostumbré a él, a su presencia y sus cosas, tanto que ahora apenas quiero entrar en internet y enterarme de las últimas noticias que dan sobre su muerte, su vida y ese largo etc, de palabras y hechos que lo crucifican y diseccionan como si de una rata de laboratorio se tratase... ¡pobre Michael!. ¿Quién le iba a decir, cuando sólo era un mocoso que nos maravillaba con su genialidad, que terminaría así?.

Muchas veces me han preguntado qué es lo que más me llamaba la atención en él, he contestado diferentes cosas pues tengo un saco lleno de esas "sus cosas" que llamaban mi atención y ni una sola es opaca, porque todo él era transparencia. Pero hoy, aquí, sí quiero resaltar una de esas cosas que al pensar en él, en la distancia del cariño, me he hecho siempre: ¿Quién era, qué tenía para que siempre fuera el centro de atención? y no me refiero al artista, ya que sus virtudes, para eso, son obvias. Me refiero al hombre, porque siempre he observado que utilizaban al artista para comprometer al hombre, para hundirlo y vilipendiarlo pero ¿por qué?. Hay miles de famosos, hay otros genios, cada cual en sus artes, hay muchas otras personas notables, pero nunca he visto que persiguieran, ni persigan, a nadie como a él. No conozco a ningún famoso que tenga que crearse "su propio mundo" para poder vivir por no poder salir a la calle ya que era acosado, vigilado y, encima, recriminado por ello; "es un excéntrico, un hombre que vive aislado y sólo se rodea de niños"...¡¡ Cuanta hipocresía !!, lo aislasteis vosotros, los mismos que lo criticasteis por hacerlo y, como eso...todo ese sinfin de cosas "raras" que se le atribuían. ¿Rodeado de niños?, ¡cómo no!, ¿quién querría estar con esos adultos que lo halagaban, banalmente, buscando las migajas de su gloria?, ¿creíais que él no lo sabía?, ¿que no era consciente de tanta falsedad?, pero no seré injusta y quitaré de esa jauría a dos… quizás tres que en verdad lo miraron como lo que era; un hombre bueno, un ser humano notable.

Los demás lo habéis expuesto cual muñeco de feria, sólo había que apuntarle con una escopeta, dejarlo caer para, así, llevarse un premio; dinero, propiedades, catálogos, notoriedad, como en el caso de Bashir, uno de los primeros en comenzar su fin, ¡qué hipócrita y perverso en todo!. No es cierto que anduvieras tras él ocho meses para la "entrevista", lo hiciste durante más de un año y él lo dudó todo ese tiempo, lástima que al final lo convencieras con argucias y engaños, te aprovechaste de su buena fe y gran corazón, como todos, para luego...¡¡pam!! disparar tu escopeta. Y tampoco es cierto que él te buscase a ti, tú buscaste esa entrevista como un loco para luego venderlo como un Judas y ahora, ¿cómo has sido capaz de salir en público diciendo "donde dije digo, digo Diego"?, ni siquiera ha sido por el clamor de tu conciencia, no tienes, sólo ha sido por más notoriedad y más cifras en tu cuenta, ¿no tenías suficiente ya? porque Michael Jackson te dio en demasía.., ¡lo que es la vida!. Así como a Sony, A.E.G o Murray, de los que me abstendré de hacer comentarios, ya que, aún siendo escritora, no encuentro las palabras para describirlos. Pero, como soy española y en mi país hay libertad de expresión, diré, aunque por ley tenga que utilizar el "presuntamente", que habéis acabado con él de la peor forma...¡habéis convertido a un hombre en cifras!...¿quién da más?.

Movéis dinero e influencias pero no olvidéis que el amor mueve montañas y somos millones los que amamos a M.Jackson. ¡Habéis comenzado una batalla, nosotros...una guerra de amor!

A mi, personalmente, no me importa lo que resuelvan en un juicio de pruebas manipuladas, mentiras descaradas, verdades no preguntadas y, como siempre, Michael Jackson, un hombre que vivió desde las artes y el amor por y para la humanidad, dando a ganar dinero aún con su muerte, ¿o debería decir “aún más” con su muerte?, sí, creo que es más correcta esta expresión. No, no me compensarían cuatro años de cárcel ni siquiera la silla eléctrica. Pero que torpe estoy hoy, acabo de darme cuenta la diferencia de condena de un estado a otro, lo que en Las Vegas podría suponer la silla eléctrica, en Los Ángeles son cuatro años de prisión, ¿no vivían tanto el Sr. Jackson como el matarife en Las Vegas?, ¡uf!, ¡menos mal que trasladaron “el circo” a Los Ángeles o… ¡imaginad la diferencia para Murray y compañía!. Pero nada de eso me devolverá a Jackson, sólo quiero la paz que da la justicia personal, ésa de saber que hacemos lo correcto, pues poco o nada creo ya en la justicia del hombre. Mi paz me la dará mi propio sentir, no el odio, no caeré en ser como ellos y rebajarme a un vil hacer y sentimiento.

Haré como los antiguos guerreros indios que luchaban por defender sus creencias, lo que para ellos era su verdad. Me he pintado, en vez del rostro, el corazón y he cogido el amor por hacha y he comenzado mi danza, mi guerra personal que es más poderosa que cualquier artimaña. Despreciaré todo lo que venga de sus manos, haré caso omiso a sus provocaciones y haré lo que pretendieron evitar...¡creeré en Jackson y le amaré por encima de ellos!. Así, demostraré que no cumplieron, del todo, su objetivo al matarlo (presuntamente), ya que no se puede matar lo que está vivo en el corazón de cada cual y él... vivirá eternamente en nosotros por generaciones y generaciones