LOS ÁNGELES, EEUU (Reuters) - El médico declarado culpable del homicidio de Michael Jackson pidió el viernes que se le dejara libre, en espera de una apelación que podría tardar un año en abordarse.
El doctor Conrad Murray afirmó en unos documentos judiciales presentados en Los Ángeles que aceptaría la vigilancia electrónica u otras condiciones. Pero pidió quedar en libertad mientras apela su condena por el homicidio involuntario del cantante de "Thriller" en 2009.
Murray, de 58 años, fue condenado a cuatro años en noviembre, tras un juicio de seis semanas. Los testigos afirmaron que era culpable de negligencia grave por dar a Jackson dosis regulares del potente anestésico propofol como ayuda para dormir y no vigilarle apropiadamente.
Según dijo el abogado de la defensa el viernes, Murray está en una celda solitaria y tiene las manos encadenadas a la cintura, o a la mesa, cuando se le permite salir.
El abogado J. Michael Flanagan escribió en una declaración al Tribunal Superior de Los Ángeles que la sentencia de Murray "es muy severa" teniendo en cuenta las circunstancias del caso.
Flanagan escribió que la condena nacía de "una situación inusual, su cercana amistad con Michael Jackson y el deseo de ayudarle en una situación difícil. El doctor Murray puede haber hecho elecciones erróneas y no haber realizado en ocasiones juicios médicos adecuados, pero nunca intentó hacer daño a nadie".
Murray, que se declaró no culpable y no testificó en el juicio, aseguró en los documentos que le habían dicho que "llevaría un año poder dar una opinión sobre la apelación".
Solicitó que su petición de libertad sea escuchada por el tribunal el 24 de febrero.
Murray solicitó el mes pasado un abogado de oficio porque no podía costearse uno. Afirmó que si se le daba la libertad intentaría buscar trabajo para mantener a sus hijos.
Jackson, de 50 años, murió en Los Ángeles el 25 de junio de 2009 por una sobredosis de propofol y sedantes semanas antes de su regreso previsto a los escenarios.
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