DANDO PUNTADAS A UN CALCETÍN

(Fragmento del Libro: EL REY DEL ESTILO. Vistiendo a MICHAEL JACKSON- M. Bush)



A Michael le gustaban sus calcetines blancos por tres razones:

(1) Nadie llevaba calcetines blancos con zapatos negros y pantalones a menos que esa persona se hubiera quedado anclada en los años 40. (2) sus calcetines tenían polvo de hadas colgando de ellos. (3) Ponían un foco de atención en lo que estaba haciendo con sus pies.

En 1988, preparándose para los Grammy en el Radio City Music Hall de Nueva York, cuando Michael miró la cinta de los ensayos, tuvo un disgusto. ¿Por qué? Porque sus zapatos negros se fundían con el suelo negro sobre el que esperaba bailar.

Sus calcetines blancos fueron la solución: Ponte un par de calcetines blancos y la luz los captará. Michael sabía que el ojo humano se siente atraído por la luz, que era una de las razones por la que le atraían tanto las lentejuelas y el estrás. Captan la luz y eso a él le fascinaba. Si podía asegurarse de que el público se fijaba en sus pies, entonces podían ver la magia de sus pasos. En las giras, Michael llegó tan lejos como para hacer construir un suelo gris para evitar confusiones de color.

Sin embargo, los calcetines blancos no eran suficientes. Michael necesitaba que fueran especiales. Debían ser funcionales y además, divertidos. Los originales que usó en el especial aniversario de Motown 25 para su primer moonwalk, tenían el estrás a lo largo de todo el calcetín. Antes de que empezáramos a trabajar con Michael, él salía del escenario sangrando. Necesitamos hacerle un par de calcetines nuevos que tuvieran el estrás desde el tobillo hacia arriba y no se metieran dentro del zapato debido al peso. Y debían ser piedras de estrás porque reflejan mejor la luz. 

Normalmente, en un calcetín había de 18 a 24 filas (114 piedras de estrás en cada una) y tenían que estar unidos unos a otros. Compacto. La mayoría de la gente pone estrás aquí y allá para dar la impresión de una cobertura total. Pero Michael no. Él era la perfección. Si una persona va a hacer esto, él hacía aquello. Solíamos reunirnos con Michael en el estudio mientras grababa para hacer bocetos y él ponía peniques en línea todos juntos haciendo que se tocasen unos a otros, “mira Bush, tienen que tocarse. Compactos”.

Y tenía razón. Finalmente hicimos el definitivo par de calcetines para Billie Jean que pesaban aproximadamente algo mas de un kilo (1.100g) y costaban miles de dólares cubrir. Después de cada concierto, los calcetines necesitaban arreglos y teníamos que volver a reponer el polvo de hadas perdido que Michael había esparcido entre un mar de deslumbrados fans.


Hacer que la gente viera sus pies se convertía en su propio acto de magia. La luz es una amiga del ilusionista, distrayendo o atrayendo al público según sus necesidades. Cuanto mayor era la multitud ante la que Michael iba a actuar, mayor era su preocupación por la capacidad para ver sus pies. ¿podía la última persona situada al fondo del estadio ver lo que Michael hacía con sus pies? ¿Qué tienen de bueno los calcetines blancos si tampoco los puedes ver? ¿Cómo podía Michael aprovecharse de la luz para mostrar su habilidad? Y cuando guardas un movimiento alucinante, como el moonwalk, en tus bolsillos, ¿Cómo lo presentas ante el mundo?: Levantas tus pantalones.
Fuente : Foro MJHideOut 

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