Michael Jackson murió antes de que llegaran los paramédicos en su auxilio, dijo el jueves uno de los rescatistas, testigo en las audiencias preliminares que determinarán si el médico personal del Rey del Pop irá o no a juicio bajo el cargo de homicidio involuntario.
El paramédico Martin Blount, el segundo en ofrecer su testimonio en este proceso preliminar que empezó el martes, se hizo eco de las declaraciones de su colega al afirmar que el médico de Jackson, Conrad Murray, levantó material médico mientras ellos llegaban a la mansión de Beverly Hills, donde se desvaneció el cantante de 50 años el 25 de junio de 2009.
Los dos paramédicos que han declarado hasta ahora han coincidido en declarar que Murray al principio negó haber dado drogas a Jackson.
Conrad Murray está acusado de homicidio involuntario. Según los fiscales, él le dio una sobredosis del poderoso sedante propofol para ayudar a Jackson a dormir y luego intentó ocultarlo.
Blount dijo que cuando ellos llegaron a la mansión que alquilaba Jackson, la estrella del pop ya parecía muerta, con la piel fria y dura y los ojos dilatados.
"Parecía como si se hubiera ido hacía rato", dijo en la Corte Superior de Los Angeles el paramédico.
El testimonio de Blount respaldó la versión de su colega Richard Senneff, al estimar que Jackson pudo haber dejado de respirar entre 20 minutos y una hora antes de que ellos llegaran, cuatro minutos después de haber recibido la llamada de emergencia al número 911.
Blount dijo que Murray al principio negó haber dado medicación alguna a Jackson, pero afirmó que vio al médico con una aguja y tres frascos del analgésico Lidocaine que estaban en el piso.
"Él las recogió del piso y las puso en una bolsa negra", afirmó Blount coincidiendo con el testimonio que dio el miércoles Seneff.
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