El legado del Rey del Pop deambula por la ciudad (Venezuela)




Al abrirse el telón, lo que surge de la oscuridad es la imagen de un personaje de pantalones ajustados que vivió entre el éxito, las ansias de perfección y la polémica. Una especie de concierto en pequeño formato –con luces, coreografías y pistas de música– es lo que define Tributo a Michael Jackson, montaje dirigido por Nallyd Santaella y producido por Javier Bracho que estrena la programación de Urban Cuplé para el año 2013. Las funciones comenzarán mañana.
El espectáculo ya había tenido una temporada de seis meses en la sala que está ubicada en el Centro de Convenciones Dejavú del CCCT. Incluso antes, en julio de 2010, la productora Vale Visual C. A. lo presentó en el Teatro Santa Rosa de Lima. Luego pasaron al Teatrex y acompañaron los tragos en Teatro Bar. Además de presentaciones privadas, pasearon por ciudades como Mérida y Valencia y hasta llegaron a la frontera con Brasil, en Santa Elena de Uairén.
“Es un espectáculo que se basa en la vida artística del Rey del Pop, en sus grandes éxitos y coreografías. Quisimos plasmar en el escenario esa esencia. Mucha gente que lo ve lo considera de calidad para exportar”, afirma el productor.
Tres bailarines acompañan en escena a José Martínez, el bailarín que se viste y actúa como si se tratara del astro musical fallecido el 25 de junio de 2009. El protagonista se hizo un nombre en televisión luego de participar en el concurso que premia a los mejores dobles de los artistas, Buscando una Estrella, transmitido los sábados por Venevisión.
Un video da inicio al espectáculo. Luego suenan las melodías de “Jam”, el primer tema del octavo álbum del artista estadounidense, y siguen canciones como “Wanna Be Starting Something”, “Smooth Criminal”, “Dangerous”, “Thriller” y “Billie Jean”.
“Michael Jackson para nosotros es un artista completo, con una inmensa trayectoria. Eso nos motivó a realizar este homenaje, algo que no se había hecho antes en el país. Pero ha sido bastante fuerte, porque el público venezolano es difícil. No confía mucho en las producciones nacionales. Por ejemplo, en el cine prefiere pagar 50 bolívares más e irse a ver una película extranjera que una venezolana. No hay suficiente apoyo a la producción”, asegura Bracho.
fuente : http://www.el-nacional.com

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