En las casi tres semanas de juicio por la muerte de Michael Jackson, ya son varios los testigos que han pasado por el estrado para confirmar que Conrad Murray mintió para no ser culpado del fallecimiento del cantante. Pero ninguno como Steven Schafer, un anestesiólogo de la Universidad de Columbia, que aseguró este jueves al fiscal David Walgren que Murray le administró 40 veces más propofol a Michael del que confesó a la policía.
Además, Schafer afirmó que Murray no evitó que la anestesia siguiera corriendo por las venas del intérprete de "Thriller" incluso después de muerto, refutando la teoría de que trató de inyectarle un fármaco para tratar de salvar al artista de Gary, Indiana, cuando se percató de que no respiraba.
Las afirmaciones de Schafer son fruto de un estudio y un cálculo matemático basado en los niveles del sedante que se encontraron en el cadáver de Jackson. Según ese estudio, Murray, contratado por Jackson como su médico personal por 150.000 dólares al mes, no le inyectó 25 miligramos de Propofol a su paciente sino toda una botella, o lo que es lo mismo, 1.000 miligramos de anestesia, un fármaco casi imposible de conseguir fuera de un hospital.
Para Schafer, su versión concuerda completamente con los datos de su estudio. “No conozco ni un sólo pedazo de información que sea inconsistente”, dijo, desmontando la teoría inicial de los abogados de Murray sobre el hecho de que fue el propio Jackson el que causó su muerte al consumir el propofol, angustiado por haber pasado toda la noche del 25 de junio de 2009 sin poder dormir.
Con la declaración de Schafer, se pone final a la lista de testigos de la fiscalía. Hoy comenzarán a pasar por la Corte Superior de Los Angeles los de la defensa de Conrad Murray, que a estas alturas, tiene muy difícil esquivar los cuatro años de prisión que acarrean los cargos que se le imputan.
0 comentarios:
Publicar un comentario