Una de las pruebas más importantes en el caso de la muerte de Michael Jackon podría ser anulada por la negligencia de una detective que inspeccionó el dormitorio del cantante en busca de evidencias.
El jueves por la tarde entregó su testimonio Elissa Fleak, detective del departamento forense, quien declaró respecto a los remedios, sedantes y objetos que encontró cuando ingresó a la habitación del malogrado cantante. Según el sitio web de Los Angeles Times, los técnicos a cargo de revisar estos objetos, declararon que no se encontraron huellas digitales del artista en los frascos y jeringas que estaban en el lugar.
Esta prueba acababa con el argumento de la defensa del médico de Jackson, Conrad Murray, que se basa en que fue el mismo cantante quien se administró la dosis letal de Propofol que terminó con su vida.
Pero los defensores de Murray encontraron la posibilidad de refutar esta prueba, en cuanto se encontraron huellas de la detective Fleak en varios de estos objetos, que podrían haber anulado las de Jackson.
"Siempre uso guantes en las escenas de crímenes", aseguró Fleak, ante la acusación de los abogados de Murray, quienes la acusaron de ser poco prolija al momento de trabajar.
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