Para muchos, tal vez incluido Conrad Murray, Michael Jackson, la estrella del espectáculo más grande y popular de la historia, era un ser intocable, inmortal. Sin embargo, el Rey del Pop murió del corazón cuando nadie lo esperaba, y contradictoriamente, corazón era precisamente lo que le sobraba a Michael.
Sin duda alguna, digan lo que digan, Michael Jackson era el mejor artista de todos los tiempos, y tal vez por eso muchos pensaron, o tal vez soñaron, que el Rey del Pop era un ser inmortal. Pero a pesar de esta ilusión que muchos tenían sobre él por parecer un ser increíble, superdotado, como de otro mundo, Michael era todo lo contrario.
Contradictoriamente a todo lo que soñaban sus seguidores, inclusive él mismo, Michael era una persona débil de salud, y su obsesión por su apariencia física, por su condición física y por sus traumas, seguramente también lo debilitó mentalmente al pasar de los años.
Es por eso que Michael Jackson seguramente utilizaba tantos medicamentos, que al final fueron los que irónicamente le causaron la muerte a un ser que parecía inmortal, e inclusive la magia de Michael era tan grande, tal vez hasta su propio médico lo creyó inmortal, y ahora éste está siendo juzgado por negligencia médica y homicidio involuntario.
En el próximo mes de noviembre, más de dos años luego de la muerte del Rey del Pop, un nuevo disco saldrá a la venta, titulado: Michael Jackson, Inmortal.
Pero a pesar de que el disco, además de vender, busca inmortalizar a un artista que de hecho realmente nunca morirá en el recuerdo y en la historia, Michael, a pesar de que será inmortal, no era un ser inmortal.
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