MICHAEL EN EL HOGAR DE PRAGA

6 de septiembre de 1996.

Michael Jackson visitó el hogar de niños en Zbraslav (barrio de Praga). Fue una experiencia única e inolvidable, tanto para los niños como para nosotros los adultos.

Acerca de su visita, nos enteramos oficialmente alrededor de cuatro horas de antelación. Aunque en la mañana del jueves, aparecieron de repente los fotógrafos de Michael Jackson, pero ellos vinieron con él, les gustaría hacer unas cuantas imágenes de los niños.

Los dos eran muy amables. Pasaron casi dos horas, tomaron fotografías y decenas de tomas con él, y se retiraron del lugar por el hecho de que el viernes personalmente visitó un hogar, probablemente en Klénovice, donde están niños de tres a diecinueve años.

Nuestro hogar es un centro pensado para niños pequeños, de uno a tres años, rara vez cinco.

El viernes, poco después del almuerzo, apareció Michael Jackson y su comitiva, en nuestra Zbraslav. Después de una breve bienvenida ingresó al edificio, se quitó las gafas y un traje negro, y desde entonces se dedicó a los niños.

Durante mucho tiempo se quedó en la sala, donde estaban los más pequeños, incluso los niños discapacitados. Ellos se encontraban en sus camas ya que acababan de despertar. Para cada uno de ellos había un juguete. Luego pasó a los mayores, que entregó personalmente los regalos, tenía alegría, mucho entusiasmo y los ojos brillosos.

Nuestros niños eran una maravilla, solo duró un minuto la timidez. Más tarde, con una sonrisa sincera aceptamos de las manos de Michael los regalos cuidadosamente envueltos; hermosos juguetes, ositos de felpa, juguetes de madera y ladrillos de Lego.

En el jardín, donde todos se reunieron entonces, Jackson estaba en la multitud de niños jugando con ellos, se quitó la chaqueta y se sentó cómodamente en el suelo. Todos en ese momento nos sentimos relajados e incluso tal vez felices. Todo estaba completamente tranquilo, también, porque los adultos presentes se comportaron de manera disciplinada.

Michael dio autógrafos, a veces con una sonrisa juvenil. Incluso probó un trozo de pastel del hogar que nuestros cocineros preparan al horno regularmente a los niños. Al salir del jardín detrás de la valla en la guardería aparecieron otros niños, algunos de ellos fueron firmados por Michael detrás de la valla.

A medida que pasaba el tiempo, era natural, tranquilo y agradable. Su relación con los niños era muy honesta. Creo que es un hombre muy sensible, suave y modesto, casi tímido. Estamos muy contentos de que hemos tenido la oportunidad de conocerlo desde un lugar distinto, en lugar de lo que todos sabemos de la televisión y la prensa.

Creo que mirando a los niños encuentra lo que le falta en la vida: la inmediatez, la verdad, y el comportamiento completamente natural. Lo que los adultos pueden conseguir de aquello es un poco de envidia.