Muchos no valoran a Michael Jackson como un gran bailarín de claqué

Gijón, Eduardo G. SALUEÑA

El 25 de mayo de 1878 nació «Bojangles» Robinson, actor y bailarín de claqué que se hizo popular por ser uno de los compañeros de baile más frecuentes de la niña prodigio Shirley Temple en multitud de largometrajes durante la década de los treinta. Coincidiendo con esta efeméride, cada 25 de mayo tienen lugar numerosos espectáculos dedicados a esta disciplina en todo el mundo. Este año Gijón aportará su granito de arena gracias a «Taplisman», una puesta en escena que plantea un recorrido por distintas facetas de esta cinematográfica modalidad de danza.

En ella se consiguen aunar ritmos clásicos y contemporáneos, desde el más puro estilo de Broadway hasta las nuevas fusiones coreográficas con otras disciplinas y actitudes. Aunque la cuna del claqué en España esté en ciudades como Barcelona, la comunidad asturiana se está dando a conocer progresivamente. Así se muestra en el grupo de Facebook «Claqué Asturias», que ya cuenta con 90 miembros y un activo ritmo de trabajo que ya le ha valido numerosos reconocimientos a nivel nacional.

Robert Taboada, gijonés aunque nacido en Bélgica, es el director coreográfico del espectáculo (junto a Santiago Palacio), y uno de los pioneros en la introducción de este tipo de danza en el Principado. Su proceso de aprendizaje formal comenzó hace seis años, aunque todo ello parte de su temprana afición al mundo de los musicales de la época dorada de Hollywood. «Para formarme he estudiado muchas películas, conciertos, videoclips o espectáculos temáticos. Con paciencia iba sacando todos los pasos y los aprendía. Luego fui descubriendo un rico vocabulario y distintas técnicas didácticas, como las de Fred Astaire o Gene Kelly», comenta el bailarín asturiano.

A día de hoy, Taboada compagina sus clases en las academias Candilejas (Gijón) y Escuela de Danza de Myriam Chamorro y Mónica Núñez (Avilés) con una creciente trayectoria como coreógrafo. Su primera intervención vino de la mano del espectáculo «Queremos bailar», donde apostó por los ritmos urbanos, la estética del videoclip y el Chicago de los años veinte; con «Repercusión» se mezclaban el flamenco, el claqué y la percusión corporal; por último, en «Michael Jackson: el último bailarín» se rindió un homenaje a la figura de la estrella del pop. «Muchos no valoran a Michael Jackson como un gran bailarín de claqué. De hecho, tanto él como Gene Kelly fueron los dos referentes que me hicieron despertar la pasión del claqué. A ambos maestros les rendiremos tributo en "Taplisman"», defiende Taboada.

El espectáculo «Taplisman» tendrá lugar mañana en el salón de actos del Centro Municipal Integrado Gijón-Sur a las 20 horas, con entrada libre. Se representará también el sábado 2 de julio en el teatro Filarmónica de Oviedo.