El doble del «rey del pop» protagoniza en Poniente uno de los conciertos más multitudinarios de la semana grande, mientras la plaza Mayor ejerce de pequeño club para el swing de «The Jive Aces»
Gijón, Á. CABRANES
Michael Jackson resucitó ayer en Gijón. Fue durante varios minutos, con Poniente como escenario y encarnado en el cuerpo de Miguel Concha. Este chileno, considerado el doble latinoamericano del denominado «rey del pop», se encargó de trasladar al público a los legendarios conciertos que protagonizara el estadounidense mediante el espectáculo «Jackson Tribute». Fue acompañado de los acordes de temas como «Thriller» o «Billy Jean», una cuidada caracterización y movimientos tan inolvidables como el «moon walker».
Los encargados de abrir las actuaciones musicales del día también tuvieron sabor norteamericano. La banda de jive & swing «The Jive Aces» estuvo acompañada en la plaza Mayor por dos artistas de la talla de Keely Smith y Toni Elizabeth Prima. Ni más ni menos que la mujer e hija del mítico músico de jazz Louis Prima. La banda desembarcó en Gijón tras visitar el pasado mes de julio el Royal Albert Hall de Londres, y exhibió un sonido digno de uno de los mejores escenarios europeos.
La diversión, el ritmo y el mucho rock and roll desplegado sirvieron para advertir a los gijoneses que el día era más que prometedor.Así se demostró poco más tarde en Poniente. Una hora antes de que arrancara el espectáculo «Jackson Tribute», los primeros fanáticos del «rey del pop» ya se hacían sitio ante el escenario. «Fui a sus conciertos de Valladolid y Zaragoza y ahora que desgraciadamente ha muerto había que comprobar si su doble lo hace tan bien como él», aseguraba la gijonesa Darsie Bulté. A su lado, su hija, Beatriz Trabanco, tampoco quiso perderse la cita: «Está claro que es una especie de sucedáneo, pero creo que nos va a gustar también».
El inicio de la actuación acalló las conversaciones para dar comienzo al recuerdo del mito. La reproducción de un vídeo en recuerdo del desaparecido Jackson sirvió como introducción a la primera de las canciones: «Jam». La exhibición de varias imágenes del artista a través de tres grandes pantallas continuó a lo largo de la actuación, intercalado con el repertorio.«They don't care» y «Wanna be starting something» continuaron con el recuerdo gracias a un Miguel Concha que lucía un vestuario tan similar al de su ídolo como sus bailes.
Hasta estuvo rodeado de un grupo de baile que acompañaba sus movimientos con la misma fidelidad que mostraron los congregados ante el arenal gijonés.
La interpretación de «Thriller» y «Smooth criminal» rozó el éxtasis mientras que la nota emotiva la puso «You are not alone», («No estás sólo»), para seguir agrandando la leyenda del inolvidable Michael Jackson.
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