A casi cinco meses de su muerte, el Rey del Pop, Michael Jackson sigue siendo noticia. En estos momentos continúa la incógnita acerca de qué pasara con algunas de sus propiedades. Tal es el caso de la mansión de Las vegas, en la cual el cantante pasó su ultimo año de vida.
Grandes recuerdos
Esta propiedad cuenta con 32 mil pies cuadrados y se ubica en la ciudad de Las Vegas. El programa Primer impacto visitó los rincones de este lugar para dar a conocer algunos detalles de cómo vivía el Rey del Pop.
Jackson rentaba este lugar y pagaba por él miles de dólares. La casa estaba custodiada noche y día a través de unas cámaras de seguridad. Muchos cuartos poseía la casa, pero uno de los espacios más recurridos por la estrella era el salón principal. Se dice que éste era usado por Jackson como sala privada de cine, en donde disfrutaba de la compañía de sus tres hijos.
Michael no sólo veía su hogar como un medio de entretenimiento, sino también como un área de relajación. Algunos de sus amigos más cercanos aseguraron que se trataba de una persona muy espiritual y se la pasaba meditando por varias horas dentro de una inmensa capilla.
Una de las tantas extravagancias que contenía este lugar es que en algunas paredes había inmensas peceras, donde la estrella exhibía diversos peces muy coloridos.
El artista utilizaba la casa principal como un espacio artístico, ya que ahí trabajaba todo lo relacionado a su música. Según afirmaron los dueños del lugar ahí compuso varias de sus canciones inéditas.
En este mismo sitio existen seis cuartos privados cada uno con una caja fuerte, en éstas alojaba algunos de sus objetos más valiosos.
El sótano era usado como una especie de bodega en donde el intérprete de Thriller guardaba una sofisticada colección de libros, obras de arte y artículos personales, y que muchos de éstos no llegaron a ser desempacados de sus cajas.
Lo curioso del asunto es que Michael y sus tres hijos vivían en la casa de huéspedes de la mansión. En ésta aún permanecen los sillones favoritos de Jackson y las lámparas que el mismo escogió.
Actualmente, hoy todo se reduce a pocos muebles, espacios vacíos y algunas marcas que fueron puestas tras el fallecimiento del Rey del Pop para identificar las habitaciones que ocupaba cada uno de los residentes del lugar.
Muchos objetos que fueron retirados de la propiedad ahora estén en una pugna legal, los cuales probablemente se convertirán en costosas piezas de colección.
El dueño de la propiedad ha expresado que aún no ha decido qué hacer con la mansión, pero entre las posibilidades se encuentra ponerla a la venta o convertirla en un museo que seguramente se convertirá en una de las grandes atracciones de Las Vegas
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