LOS ANGELES.— El médico de Michael Jackson recibió paquetes del poderoso anestésico propofol en la casa de su novia mientras cuidaba al Rey del Pop en la primavera de 2009. Así lo declaró la propia novia, Nicole Alvarez, ayer en el tribunal de Los Angeles que juzga a Conrad Murray por la muerte del artista.
Murray está siendo juzgado bajo la acusación de haber causado la muerte de Jackson el 25 de junio de 2009 con una sobredosis de propofol y sedantes. Los fiscales dijeron al jurado la semana pasada que Murray recibió 255 frascos de propofol en el apartamento de su novia, Nicole Alvarez, con un total de unos 15 litros de la sustancia.
Alvarez declaró ayer que después que dio a luz a su hijo, el médico estaba viviendo con ella en Santa Mónica y trataba a Jackson en la mansión que el cantante arrendó en Los Ángeles.
Ella reconoció haber recibido los paquetes de una farmacia de Las Vegas, pero dijo que no sabía lo que contenían. “Recuerdo haber recibido envíos ... De vez en cuando”, dijo Alvarez en un intercambio hosco con los fiscales.
Sin embargo, los abogados defensores sostienen que Jackson causó su muerte al consumir una dosis extra del anestésico y sedantes.
Las mujeres de Murray
Los fiscales también subieron al estrado a otras tres mujeres, con quienes Murray habló por teléfono o envió mensajes de texto el día que Jackson murió. Según los reportes de las compañías telefónicas, Murray hizo varias llamadas a Sade Anding, Nicole Alvarez y a Stacy Ruggles durante las horas finales de la vida de Jackson.
La fiscalía pretende demostrar que Murray actuó de manera negligente al descuidar a su paciente, y dedicarse a asuntos personales. Sade Anding, mesera de Houston, declaró que conversó con Murray mientras buscaba descubrir causas por las que Jackson había dejado de respirar.
En sus declaraciones preliminares, la mujer dijo que aquel día, en varias ocasiones Conrad Murray desaparecía de la comunicación y que ella intentó contactarlo de manera infructuosa para reanudar la plática. (Notimex)
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