Conrad Murray, el médico acusado de matar aMichael Jackson, tenía un historial médico intachable antes de la muerte del "rey del pop", aunque según reportes de prensa debió enfrentar serios problemas financieros.
El cardiólogo de 57 años, acusado de homicidio involuntario por supuestamente haberle administrado a Jackson una dosis fatal de un poderoso sedante, había sido contratado para ayudar al ícono pop a prepararse para una serie de conciertos en Londres que marcarían su regreso al escenario.
Pero su vida cambió para siempre la mañana del 25 de junio de 2009, cuando la estrella de "Thriller" murió de una sobredosis de Propofol a los 50 años, una noticia que impactó el mundo.
En audiencias preliminares salió a relucir que Murray había estado al teléfono con una serie de amigas las horas previas a la muerte de Jackson, cuando se suponía que debía estar controlando el tratamiento que le administraba al cantante para calmar su insomnio.
Murray nació en la isla caribeña de Grenada, donde pasó su temprana infancia con sus abuelos. A los siete años se mudó con su madre y su padrastro a Trinidad, donde terminó la escuela secundaria antes de trabajar para una aseguradora.
Recién en 1978, cuando tenía 25 años, Murray conoció a su padre, un médico en Houston, Texas (suroeste de EEUU).
Dos años después, siguiendo los pasos de su padre, se mudó a Houston y empezó a estudiar en la universidad Southern Texas. Tres años después recibía su primer título médico.
Continuó sus estudios en el Meharry Medical College de Nashville, Tennessee (sureste), luego en la clínica Mayo en Rochester, Minnesota (noreste) y en el centro médico universitario Loma Linda de California (oeste).
Sólo después decidió especializarse en cardiología y continuó su entrenamiento en la universidad de Arizona y luego en San Diego, en el sur de California.
Murray abrió su primer centro de cardiología en el año 2000 en Las Vegas y luego otro en un empobrecido distrito de Houston en 2006. Al mismo tiempo trabajaba como cirujano cardiovascular en el Doctors Hospital de Houston, donde condujo más de 100 operaciones.
Hasta su involucramiento en la muerte de Jackson, su registro médico era intachable.
Fue contratado en mayo de 2009 por el "rey del pop" -quien había vivido en Las Vegas por un tiempo luego de su absolución en 2005 de los cargos de abuso a menores- para que lo ayudara a preparar una serie de conciertos que iba a dar en Londres.
De acuerdo al diario Los Angeles Times, Murray recibió 150.000 dólares mensuales por sus servicios, suma que parecía un salvavidas para el doctor, que enfrentaba numerosas deudas.
Documentos legales mostraron que, para el momento en que fue contratado, Murray no podía costearse la lujosa casa en Las Vegas donde vivía y no había pagado las facturas de su equipo y entrenamiento médicos.
Sus deudas se estimaban en más de 750.000 dólares.
Los días previos a la muerte de Jackson, los promotores del concierto afirmaron que el cantante había "insistido enfáticamente" en contratar a Murray para preparar las presentaciones en Londres, que tendrían el nombre "This Is It".
"Michael me dijo personalmente que confiaba en este hombre", dijo Randy Phillips, presidente ejecutivo de AEG Live.
De acuerdo al empresario, Murray había asistido a los ensayos en Los Ángeles y "parecía preocuparse mucho por Michael". Era muy profesional", agregó.
Murray ha sido notablemente discreto y prácticamente no ha dicho una palabra en público sobre su papel en el tratamiento y muerte de Jackson, aparte de un video en internet que produjo en agosto de 2009.
"Hice todo lo que pude hacer. Dije la verdad. Y tengo fe en que la verdad prevalecerá", dijo.
Si es hallado culpable, Murray podría ser condenado a hasta cuatro años de prisión.
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