Al segundo día, se calmaron las aguas. Resistieron algunos de los incondicionales del ‘rey del pop’ junto a la puerta de la Corte Superior de Los Angeles, pero el número de la legión disminuyó de forma considerable. De unos 300 seguidores pasaron a ser un par de docenas con pancartas, pero intensos en su planteamiento, con odio, rabia y frustración.
April Smith fue una de las que volvió a la carga, cabeza de un grupo de fans de Michael Jackson convencidos de que Conrad Murray fue el responsable directo de la muerte de su ídolo. “Espero que Murray vaya a la cárcel y que nunca lo volvamos a ver”, dijo ésta angelina de 46 años. “Nunca le debió haber suministrado Propofol en su casa. Merece pasar el resto de su vida entre rejas”.
Tampoco David Jack Grimsley pareció tener muchas dudas sobre el caso. “Fue pura negligencia de Murray por no haber llamado inmediatamente al servicio de emergencia. Se ausentó durante 45 jodidos minutos y dejó sólo a Michael. Debería estar en prisión”.
Además, está convencido de que tenía cantidades ingentes de Propofol guardadas para seguir con su rutina durante los próximos meses. “Sabemos que al menos estaba en posesión de , una auténtica barbaridad”.
Pero no todo fueron detractores del hombre más odiado de la calle Temple, en la gris mañana de Los Ángeles. Beatrice Fakhrian se presentó con un cartel que pedía un juicio justo para Murray alegando su inocencia y gritando sin parar en su favor.
“Es un hombre inocente. Esperen a que los hechos cuando salgan. No van a creer cuando lo escuchen”.
Después aclaró que lo suyo era personal, como amiga y representante del médico de origen caribeño, trabajando en un documental sobre la vida del galeno y todo el caso de la muerte de Jackson. Por eso sé que “es un buen hombre, gentil, un hombre de Dios”. Uno a quien, según los expertos, le esperan cuatro años entre rejas por el homicidio involuntario del ‘rey del pop’. (El Mundo).
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