Jermaine Jackson ha hablado de forma conmovedora acerca del horror que sintió al enterarse de la muerte de su hermano – que murió de una intoxicación de propofol en junio de 2009 –, y ha asegurado que su frágil hermano parecía alguien que había sido “devastado por el cáncer o la anorexia”. “Michael estaba tendido en una camilla con una bata de hospital. Me calmé, tomé aire y entré en la habitación. Me acerqué a Michael, buscando su mano para cogérsela, acariciando aún la suave piel. No podía creer lo esquelético que estaba.
Estaba el doble de delgado que hacía un mes. Si un extraño hubiese entrado en la habitación, habría dado por sentado que se trataba de cáncer o de anorexia”, comentó al recordar su visita al hospital para ver el cuerpo de la leyenda del pop.
Jermaine se quedó tan sorprendido por la repentina muerte de su querido hermano que “no podía separarse” de él, y levantó uno de los párpados de Michael para “verle” una última vez. “Me incliné y le besé en la frente, diciéndole que le quería. Sentí que no podía separarme de él. Levanté uno de sus párpados porque quería ver en sus ojos, ‘verle’ por última vez. Apoyé mi frente en la suya y me puse a llorar”, decía en un extracto de su libro ‘You Are Not Alone: Michael Through A Brother’s Eyes’ (No estás solo: Michael a través de los ojos de su hermano), publicado en partes por el diario The Times.
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